Una mentalidad de constructores fb.me/1RVM1sXs5
— Prometeo Puebla (@PrometeoPuebla) mayo 11, 2012
Texto de Celestin Freinet
Yo me he quedado en contructor.
Al orden demasiado civilizado de las tierras con los cultivos alineados y
definitivos, yo prefiero los lugares de trabajo que transforman y animan los
rincones incultivados, las plantaciones que vemos crecer, audaces y extensivas
como una banda de niños y niñas en el bosque. A las construcciones confortables
y metódicas , prefiero el abrigo que construyo por mi mismo, desde las raíces
al techo y que modelo según mis gustos y necesidades, como esas viejas
costumbres de las que no podemos separar porque están integradas en nuestros
gestos y en nuestra vida.
Yo soy constructor.
Como todo el mundo: como el niño o la niña que construye una valla o una
cabaña, como el albañil que silba en su andamio, como el alfarero que crea
formas y el mecánico que da vida a su mecánica. Un terreno en el que no se
construye es un terreno que muere.
Constructores, constructoras |
La persona que ya no construye es una
persona que la vida ha vencido y que sólo aspira a llegar al final contemplando el
pasado difunto.
Preparen a las generaciones de constructores que excavarán el suelo, subirán
los andamios, lanzarán de nuevo hacia el cielo las valientes flechas de su
ingenio, escrutarán el universo siempre orgulloso de su misterio. Equipen a sus
clases con instrumentos de constructores, con levantadores de andamios, con
ingenieros y con sondeadores de misterios. Aunque su escuela tenga que ser
eternamente un lugar de trabajo, porque no hay nada tan exaltante como una
cantera.
Ya sé, los constructores están siempre en el suelo y se les acusará de desorden
y de impotencia porque no tendrán con frecuencia la satisfacción de colgar
el ramillete simbólico de la cima de su construcción.
Las paredes no están
blanqueadas, las ventanas aún no están cerradas y los tabiques de los pisos
quizás aún están por levantar. Pero otros después de ustedes –y los mismos
interesados- continuarán la obra si ustedes saben mantener en ellos la
mentalidad de constructores invencibles.
No hay nada tan exaltante como un lugar de trabajo, sobre todo cuando en él se
construyen personas.
Los constructores, las constructoras, nos comprenderán y nos ayudarán.