Aniversario del Prometeo por Guillermo Briseño

El Prometeo es una escuela muy buena en donde se enseñan cosas muy útiles para el país y para otras cosas: matemáticas, español, formación cívica y ética, lectura y música. Arte y ya no sé qué otra cosa más; pero si todo México estudiara en ella, sería un mejor país. Es una de las mejores escuelas del mundo.
Leonardo Briseño Berlanga

Hay algo entrañable que toda escuela deja en sus hijos, pero cuarenta años de Prometeo en Puebla, en Puebla de los Ángeles, me hacen deducir, inspirado por lo que me dictó mi hijo que si los ángeles hubieran estudiado en el Prometeo nos iría mucho mejor. Por otro lado, se sabe que los ángeles no dan clases, pero si lo hicieran no serían aceptados en un Centro Freinet, como el citado aquí, no sólo porque estorbarían las alas sino porque ahí no creen en lo venido del cielo sin antes pisar la tierra o por lo menos el piso de algún otro planeta. Obra en las actas secretas de la escuela, de las cuales cada una de las hermanas Fernández guarda celosamente una copia certificada, constancia del compromiso para los próximos cuarenta años durante los cuales Ireri Figueroa, que no tan casualmente lleva el apellido materno Fernández, tendrá a su cargo demostrar que los ángeles vinieron, pero sobre todo a qué y de dónde vinieron; porque eso permitirá que junto con querer transformar el mundo los alumnos del Prometeo sepan a dónde escapar si no logran su cometido.
 

Hortensia Fernández y Guillermo Briseño en la fiesta del 45 aniversario del Centro Freinet PrometeoGuillermo Briseño, gracias por tus lindísimas palabras 

Por Guillermo Briseño

I
Uno va a las escuelas a buscarse,
en una un pedazo, los pies por ejemplo
en otra el sexo
alguna los ojos
el corazón, un dedo
Pero de muchos son las partes
uno se equivoca y toma el cuello de alguien
el pelo de otro
La escuela nos combina
a veces resultamos aberrantes
a veces no

II
En la valiente escuela poblana
Prometeo Centro Freinet
que ofrece café con piquete
(de mosco) desde temprano
mi hija encontró sus labios
y mi hijo su ombligo
Estamos completos
mi esposa su imaginación
y yo mis ronchas
y un afecto grande natural,
como si uno fuera a la escuela
a buscar familia
y la encontrara

III
Un proyecto hay aquí
es ese el punto sobre la i
Las peras y las manzanas
son distintas mas no extrañas

IV

Soneto para cello


No hay duda de que este país es raro
no estamos hablando de geología
o que cuando uno caiga otro se ría
hablamos del arte de entrar al aro

Alguien tiene que encender un faro
atar las manos a la hipocresía
cambiarle a este país la dinastía
quien viene a esta escuela lo tiene claro

Tenemos que aventar el pecho al cielo
y hacer que crezca sabia nuestra cría
es raro este país, nos toma el pelo

Pero hay quien se defiende a sangre fría:
empuña el Prometeo su violoncello
inventa la canción de cada día

Guillermo Briseño